viernes, 4 de abril de 2014

Romance de la esperanza de fuga


Romance de la esperanza de fuga

Una marquesa consorte
llamada Su Señoría
en la corte de Madrid
se fue a comprar por la vía
que estaba señalizada
como paso de autobús.

Y haciendo esta felonía
muy propia de los usías
la encontró la policía
llamada municipal.

Ella al verlos en la moto
pensó: me saco la foto
con tan digna compañía,
pues siempre vio la ocasión
en una fotografía
de agentes de autoridad
para ayudar al programa
del partido Popular.

Al ver que la policía
no quería hacerse la foto
sino aplicarle sanción
por tan delictiva acción
se dio corriendo a la fuga
atropellando la moto
de tan digna autoridad.

Luego,
en un acto de osadía
va la misma policía
se presenta con la prensa
en propia comisaría
y la quieren denunciar.

La cosa ya es diferente
y este asunto de la foto,
que no le gusta a la gente,
se lo adjudican a otro
pues las astuta cortesana
con la esperanza perdida
ya no juega la partida
porque no le da la gana.

Clamó con toda insolencia
que la sagaz policía
utilizarla quería
y ganar notoriedad
multando a una Señoría
de gran popularidad.

Y lo que antes veía
que tenía tanta ventaja
lo aparta como la paja
del partido popular.

La engreída policía,
llamada municipal,
se siente tan ofendida
por gente tan importante
que se nos echa a temblar.

Buscan a sus sindicatos
al sentirse acorralados
pensando los mentecatos
que con tan insigne dama
se les permita ganar.

La tal señora Esperanza
ha cogido tal enojo
que llama a sus mercenarios
y los emplazar a sacar
en textos de sus diarios
lo que entiende por verdad.

El pueblo conocedor
de todas sus felonías
se ha pasado por el forro
su versión de las porfías
pues ha mostrado tal morro
esta dama lideresa
que con su estilo a la inglesa
ostenta descaro a chorro
hasta llegar a creer
que se le puede engañar
más de ciento y una vez
a este pueblo tan cabal.

Pero no nos engañemos
que esta señora falaz
tiene tal agarradera
que fuera por lo que fuera
se lo puede permitir
e impondrá su voluntad
sobre todo en su Madrid.

Y si lo quieres más claro
aunque sea a tu pesar
se pasará por el moño
por no decir por el coño
lo que le pueda pasar.

Y ahora
solo nos queda pensar
que a esta pobre gentecilla
que está ocupando la silla
o el sillón de gobernar
les deberemos mostrar
la salida de la villa
y así que les den morcilla
a ver si se largan ya
y nos van dejando en paz
a tanta gente sencilla
que reclama la verdad
limpia, pura, angelical
exenta de obscenidad.

En todo caso, señores
del teutón han de copiar
que se fue del ministerio
por un asunto tan serio
como era el fusilar
una tesis doctoral
cuando ese pobre chaval
andaba hincando los codos
para poder estudiar
esa carrera a su modo.

Pero en España, mi amigo,
este asunto es impensable
y de nuestro diccionario
mediante un acto execrable
el político largó
una palabra tan noble
que se llama dimisión.

Puesto que esto es un mercado
y el voto quieren comprar
con estos hechos tan raros
no sé si lo lograrán.

La señora lideresa
siempre nos puso en su mesa
su postura liberal
y siguiendo su postura
le digo con humildad
que de esta pesadilla
nos queremos liberar.

¡Por favor, váyanse ya!

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